martes, 27 de septiembre de 2011

EL ENIGMA DE LA CREATIVIDAD


Recuerden: "El significado de la creatividad está en su significante? CREA VIDA EN TI, CREA TU VIDA, pero no se olviden que tiene que ser con "D", con "d" de... Comparte con todos/as nosotros/as cómo van a "crear vida" en ustedes con "D". Para inspirarse les adjunto el cuento sobre el secreto de la eternidad.

Hace mucho, mucho tiempo, al principio de la creación, a todos los hombres y mujeres se nos había otorgado el don de la divinidad, éramos, como el resto de los dioses del universo, seres eternos, con todos los privilegios que ello conlleva (pero también con todas sus limitaciones) Pero según cuenta esta tradición, una de las tres deidades que constituyen la divinidad superior, el dios Brahma, el creador, una vez que constató que no hacíamos buen eso de esa facultad, decidió retirárnosla. Y así lo hizo, nos retiró el don de la divinidad y nos rebajó a seres mortales. Pero se le planteó un dilema: ¿dónde esconder el don de la divinidad para evitar que la humanidad volviese a poseerlo? Pensó ¿En una alta montaña? ¿En un profundo y oscuro océano? ¿En un recóndito confín de una lejana galaxia del universo? Todos los lugares, por muy distantes que fuesen, les parecían accesibles, porque sabía con certeza que, en su afán de perfección, las personas buscarían la facultad restada en todos los sitios inimaginables. Así pues, tras mucho pensar y cavilar, dice la antigua leyenda que encontró el lugar perfecto donde ocultarlo porque le ofrecía la garantía absoluta de que nunca los hombres y mujeres buscarían en ese lugar.

lunes, 26 de septiembre de 2011

¿CUÁL ES TU ÍTACA?


Estimados/as alumnos/as: hoy en clase hemos reflexionado sobre cuestiones relacionadas con el concepto de felicidad desde la perspectiva humanista. Hemos asumido que la persona contiene la competencia para viajar hacia el pasado y el futuro. Descubrimos que cada uno es su propio genio de la lámpara y que está en nuestro propio YO la capacidad para hacer realidad nuestros sueños . Que lo importante no es tanto llegar como "ir llegando", porque parafraseando al poeta palmero Luis Cobiella, llegar no es ni un momento ni un lugar, sino "ir contigo, llegando o sin llegar". Navegamos en la vida, por tanto, en búsqueda de nuestra isla desconocida, que dirá Saramago. Les he sugerido que lean el poema de Kavafis "ÍTACA" para que desde lo conversado en clase cada uno/a defina su propia Ítaca. Aquí va el poema, espero sus comentarios vitales. Un saludo de su profe. ANTONIO RODRÍGUEZ

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Poseidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Poseidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

domingo, 18 de septiembre de 2011

TU PRIMERA VEZ


El pasado 12 de septiembre fue uno de esos días en los que ocurren acontecimientos marcados por la condición de "primera vez". Fue un día especial porque aconteció la primera vez como alumnos/as universitarios/as y con ello se acumularon varias "primeras veces": alumnado de la Facultad de Educación, de 1º del Grado de Primaria, del aula A1.3.08, de una mesa y una silla en particular. A las 9 de la mañana tuvieron la experiencia de primera vez en una asignatura cuyo nombre ni si quiera el profesor recordaba, y partir de ahí se sucedieron las primeras veces de las siguientes asignaturas. Pero sobre todas esas primeras veces me gustaría que subrayasen una que a mi juicio tiene un valor particular. Fue su primera vez como APRENDICES DE MAESTROS Y MAESTRAS, una condición especial porque les sitúa ante el hito vital de iniciar un proceso formativo marcado por la misión casi sagrada de ayudar a aprender a otras personas, de facilitar ese maravilloso milagro que entiendo es el aprendizaje. Como les dije, ustedes no son cualquier universitario/a, son los que han elegido (recuerden que ustedes han decidido estar donde están) convertirse en maestros/as de educación primaria, y con ello han establecido un pacto para hacer progresar nuestra humanidad.
Por tanto, se trata de una primera vez muy especial, dentro de un conjunto de primeras veces también muy especiales. Por eso les solicité como ejercicio vivencial que hicieran algo ese día que ayudase a grabar en su memoria emocional este acontecimiento tan relevante. Cada uno/a de ustedes, a través de los comentarios a esta entrada, pueden poner en común qué han hecho para subrayar vitalmente esta PRIMERA VEZ.
Como regalo que les ayude a inspirarse les ofrezco este precioso cuento que les incita a reflexionar sobre cuál es el "único y verdadero tiempo vivido"

“EL BUSCADOR” (JORGE BUCAY)

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...

Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.

Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir, Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.

Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquél lugar.

El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.

Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras: Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.

Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.

Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.

Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.

Una por una, empezó a leer las lápidas.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...

Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.

Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

-No, por ningún familiar —dijo el buscador—. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?

El anciano sonrió y dijo:

- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...:

“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:

A la izquierda, qué fue lo disfrutado.

A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.

Conoció a su novia y se enamoró de ella.

¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?

¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media...?

Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...

¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?

¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?

¿Y la boda de los amigos?

¿Y el viaje más deseado

¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?

¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?

¿Horas? ¿Días?

Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta

y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba.

Porque ese es para nosotros el único y verdadero TIEMPO VIVIDO".

COMENZANDO


Empezamos un trayecto formativo como aprendices de docentes. Nuevas personas con nuevos sentidos, pero convocados por el mismo deseo de abrirse y encontrarse con su ser maestro/a. Este espacio virtual de comunicación se ofrece en el interés de construir colectivamente un diario donde se recojan las vivencias, experiencias, reflexiones, y todo aquello que se produzca en nuestro andar juntos durante este proceso formativo.

Por tanto, te animo querido/a alumno/a a expresar tu “ser en camino” para “ir llegando” a través de este espacio comunitario de intercambio. Exprésate hasta donde consideres, al nivel de profundidad que quieras llegar. Libertad y Creatividad van juntas, hazlas tuyas y ponte a escribir.