lunes, 29 de octubre de 2012

EL APRENDIZAJE MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA

Estimados/as alumnos/as: Hoy hemos tratado en clase el concepto de aprendizaje; aspecto este central de la asignatura y de la tarea docente. Les insistí que los que trabajamos en la educación perdemos de vista a veces que lo nuclear de nuestra función es precisamente lo más evidente: si un niño/a viene a la escuela a aprender, la misión de un maestro/a es ayudar a un alumno/a a APRENDER. Es decir, de nada sirve que enseñemos si el alumnado no aprende. Parece obvio pero, como nos indica El Principito, "lo esencial pasa desapercibido a los ojos", y así obsesionados con el curriculum, el libro texto, y toda las distracciones administrativo-burocráticas y demás liturgias escolares, nos olvidamos que la escuela y lo que hacemos los docentes en ella, sólo tienen sentido si ese maravilloso milagro que supone el aprendizaje humano ocurre, no sólo como incidente o accidente, sino como intención y procreación. Porque cuando un/a niño/ aprende se da vida, y, por tanto, se desarrolla y crece como persona. Por eso siempre he pensado que un/a buen/a maestro/a es como un/a buen cocinero/a que con sus platos alimenta, y no sólo "echa de comer".
De ahí que hayamos trabajado una serie de principios, a modo de mandamientos, que lo que pretenden es tener una referencia de cómo ayudar a que los aprendizajes que provoquemos sean más humanos y por tanto, humanicen.
Pero para entender cuándo un aprendizaje humaniza lo mejor es ir a nuestra propia biografía, así que les propongo que de entre todas sus experiencias vitales seleccionen aquella que consideren sea el aprendizaje más importante de su vida. Si estiman que la seleccionada es muy personal, busquen otra que siendo significativa pueda ser compartida públicamente. Si las analizan se darán cuenta qué es lo que las hacen importantes, y por tanto, más humanas. ¿Cuál es la materia prima de la que están hechos estos aprendizajes para que tengan esta relevancia vital? Investiguen, comparen y si lo encuentran, disfruten con este aprendizaje. Les animo a ello. Un saludo de su profe.

13 comentarios:

  1. Buenas tardes.
    La verdad es que en el momento en el que lanzó esta pregunta al aire hoy en clase me vino la respuesta claramente a mi cabeza casi en el mismo segundo. Para mí el aprendizaje más importante de toda mi vida fue el momento en el que me enseñaron a rezar y me hablaron de lo que era la fe católica. No recuerdo si tenía 5 años o 6 pero si recuerdo lo que sentí, recuerdo que quería, cada vez más, aprender sobre todo ese mundo del Cristianismo y sobre todo parecerme a todas esas personas que de alguna forma u otra han dedicado su vida o gran parte de ella a Dios y a todos esos hermanos que tanto nos necesitan.
    Además creo que, como usted ha dicho hoy en clase, este aprendizaje ha marcado un antes y un después en mi vida, en mi forma de pensar, de actuar, de ser y en mi personalidad. Pero la verdad es que si usted no lo llega a plantear hoy, ni siquiera me habría dado cuenta de ese momento tan importante para mí.
    Que tengan todos una buena tarde.

    ResponderEliminar
  2. Buenas tardes!
    Cuando tenía 9 años discutí con mi madre porque no quería comerme el potaje, cosas de niños. Pero la discusión no quedó ahí, sino que empezaron malas palabras y le dije algo de lo que me he arrepentido el resto de mi vida: " eres una mala madre, te odio". Estas palabras calaron en su corazón tanto que fue la primera ves que me pegó. Yo subí enfada para mi cuarto a ponerme el pijama y acostarme, según terminé oí un ruido muy fuerte, como si algo se hubiese caído. Bajé corriendo las escaleras y cuando llegué a la cocina vi a mi madre tendida en el suelo, convulsionando, con sus ojitos en blanco y echando espuma por la boca porque se estaba ahogando con su propia saliva. Yo sentí que lo más importante en mi vida, mi madre, se me estaba yendo en ese momento y yo allí sin hacer nada, hasta que ella recuperó la consciencia y me dijo ve a pedir ayuda, pero yo no quería dejarla sola. Al final, salí a la calle y corrí hasta casa de una de sus amigas y vino a ayudarla.
    Ver a mi madre en ese estado y verme sola sin saber que hacer y que lo último que había hablado con ella hubiese sido que la odiaba, cambió totalmente mi vida y mi forma de pensar. Cambió mi forma de tratarla a ella y a los demás.

    ResponderEliminar
  3. Realmente, no creo que pueda destacar un aprendizaje mas que otros, sin embargo, recuerdo uno de ellos que es el mas reciente:
    Uno de los aprendizajes mas importantes de mi vida fue cuando aprendí a bucear. Fue una sensación extraña, una mezcla entre placer por el panorama que tenia frente a mis ojos e indefensa al estar a 25 m. de profundidad de mi lugar habitual. En este momento aprendí a ponerme en el lugar del otro y a valorar y cuidar un poco mas los fondos marinos, ya que fue, sin duda, una experiencia preciosa y fascinante.

    ResponderEliminar
  4. Yo podría destacar de entre mis aprendizajes más importantes, uno que realmente me marcó mucho. Fue un día como otro cualquiera, yo estaba aprendiendo a coger olas, iba con un amigo como era habitual, recuerdo que le pregunte como podía hacer para meterme dentro del tubo de la ola.

    En el momento que vi la ola sabía que esa tenía que ser, empecé a remar, cada vez más fuerte... En el momento en el me colocó en la ola, el agua empieza a caer formandose el tubo que tanto buscaba, fue un momento increíble, te sientes parte de la naturaleza y a la vez su enemigo, pues la estas retando y a la vez te fundes con ella.
    Recuerdo que una vez dentro del tubo fue como si se parara el tiempo, miré hacia el lado de la ola, y pude apreciar un gran banco de peces gracias a la transparencia del agua, el fondo, un fondo impresionante.
    Ese ha sido el aprendizaje más importante de mi vida, pues a partir de entonces he aprendido a apreciar la belleza de la naturaleza y a cuidarla como se merece.

    ResponderEliminar
  5. Al buscar en mi mente el aprendizaje más importante de mi vida me di cuenta de lo mucho que he aprendido pero también de lo mucho que he des aprendido y de lo poco que me han servido muchos conocimientos memorizados, ya que la mayoría de los aprendizajes que considero importantes se han producido fuera de un aula, mas para relacionar el tema con el ámbito escolar diré que el aprendizaje más importante de mi vida fue aprender las tablas de multiplicar y no por el simple hecho de saberlas para sacar nota o para un examen ni tan siquiera para la vida sino porque con ello aprendí que poniendo empeño en lo que haces y con la ayuda de la gente que te quiere puedes lograr lo que sea, en mi caso aprenderme las tablas de multiplicar en poco más de media hora con tan solo 6 años y aunque lo aprendido materialmente no sea realmente importante, lo aprendido emocionalmente y el recuerdo de ese aprendizaje estarán siempre en mi memoria. Este aprendizaje tampoco se dio en un aula se dio una tarde en que se me ocurrió la idea de preguntar cuál era la tabla del uno (vaya que error). A lo que me refiero es a que yo al igual que mis compañeros no considero nada de lo enseñado por el sistema como realmente importante.

    ResponderEliminar
  6. Creo, al igual que lo demás compañeros, que es muy dificil elegir el aprendizaje más importante ya que ,quizás para algunas personas éste fue el que le marcó en mayor medida en el ambito personal, para otras puede ser el conocimiento que hizo que viera la vida de otra manera o aquel que le hizo darse cuenta de lo que realmente quiere ser en la vida.
    Yo me quedo con la perspectiva de que el aprendizaje más importante fue el que más me marcó emocionalmente e influyó el resto de mi vida. A los 9 o 10 años descubrí un deporte que me enamoró de inmediato, veí en internet y en la tv todas las competiciones posibles y admiraba a aquerllas personas que lo practicaban porque lo consideraba realmente difícil.En ese tiempo nunca me aventuré a intentar practicarlo porque consideraba que no iva a conseguirlo, que no estaba capacitada. Pero cuando cumplí 14 años varios amigos me animaron a intentarlo, y descubrí que sí que era capas. Que podía mejorar muy rápido si me esforzaba y que podía alcanzar el nivel de los demás. Ese es el aprendizaje más importante para mí.Y aunque ya no puedo practicarlo siempre me quedará esa gran lección de vida: la de no decir nunca "no puedo".

    ResponderEliminar
  7. Buenas tardes, desde muy pequeña me enseñaron que ayudar era algo fundamental en la vida. Gracias a ello, me considero una persona bastante colaboradora con los demás. Para mi, este es uno de los valores más importantes. Ha marcado mi pasador y mi presente con el día a día, ya que con el paso de los años he comprendido de mejor forma que ayudar, me hace sentir bien, ya que el simple hecho de ayudar a alguien sin recibir nada a cambio, es algo que me sale de dentro, me llena y me hace sentir satisfecha con lo que hago. Este es uno de los motivos por el cual, hoy en día me encuentro cursando la carrera en la que me estoy. Me gusta poder ser capaz de enseñar y ayudar, pero sobre todo a personas que realmente quieren y no pueden por diferentes circunstancias. Niños con dificultades que desean, necesitan, pero sobre todo que tienen derecho a una educación, y sienten esa alegría por poder ir a una escuela día a día para seguir aprendiendo.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Uno de los aprendizajes más importantes en mi vida fue conocer a mi padre. Todo empezó cuando yo tenía un año, “mi padre” ,por diversas razones que hoy en día sigo sin comprender decidió marcharse. Debido a esto, yo crecí sin la figura de un padre y aunque no me ha sido necesaria una figura paterna para seguir con mi vida, siempre me he preguntado muchas veces por qué se habrá marchado y por qué no había intentado saber de mí.
    Seguían pasando los años y yo, pese a que continuaba mi vida con normalidad, esperaba tener alguna noticia sobre él, pero esto nunca lo decía puesto que no suelo mostrar mis sentimientos. A los 15 años vi una foto suya mientras observaba álbumes de fotos con mi familia, fue pura casualidad, aunque sólo tenía una simple foto, y no me agradaba la idea de preguntar a mi madre por él. Empecé a dejar de lado esto asunto, si él no se interesaba por mí, ¿Por qué tenía que hacerlo yo?
    En el verano pasado fue cuando surgió uno de los acontecimientos más importantes de mi vida. Durante unas vacaciones con mi familia en Sevilla, mi tierra natal, mi abuela accidentalmente mencionó que mi padre había estado buscándome. No me lo podía creer. mi madre me había estado ocultando una historia familiar que a mi me resultaba muy importante. Tomó una decisión que tenía que haber tomado yo, era yo quien tenía que decidir si quería averiguar acerca de mi padre o no, yo era el protagonista de la historia. Sin embargo, pese a mi enfado, estaba contento, al fin, mi padre trataba de encontrarme y saber de mi tras tanto tiempo.
    Tras saber esta noticia yo estaba muy enfadado con todos. Lo único que quería saber era donde vivía ese hombre que supuestamente era mi padre, quería quitarme esa espinita que he tenido siempre y conocerlo. Al cabo de una semana concretamos una cita en el centro de Sevilla. Ese día estaba muy nervioso. Acudí a la cita con unos familiares y el, con mis “tíos y abuelos paternos”. Yo llegue antes al punto de encuentro y no paraba de pasar gente y yo pensaba si algún grupo de aquellos que pasaba delante de mí sería la parte de mi familia que yo no había conocido. Se acercaron a mí desde atrás y mi familia materna me decía que me diera la vuelta, que estaban ahí, detrás de mí. Yo me quedé bloqueado de los nervios, pero al final, logré darme la vuelta y conocer a las personas que llevaba tanto buscando.
    Con este acontecimiento he aprendido que nunca es tarde para hacer cualquier cosa y que si tienes una “espina clavada”, ¡quítatela! … El tiempo perdido nunca lo vas a recuperar y puede que cuando quieras dar ese paso que siempre has querido dar, sea demasiado tarde.

    ResponderEliminar
  10. Cuando el maestro lanzó esta pregunta se me vinieron a la mente muchísimo acontecimientos, todos ellos relacionados con mi hermano.
    Mi hermano y yo siempre hemos tenido una gran afinidad siendo amigo, incluso en algunos momentos cumpliendo la función de padre. Hace bastante tiempo paso por una época bastante mala, ya que por problemas personales dejo de luchar por aquello que creía, se refugió en sí mismo. Justo en esta época dejo a un lado los exámenes de final de carrera, suspendiéndolos en Enero. Me sentía bastante impotente ya que no podía hacer nada porque recuperara esa fuerza que siempre lo había caracterizado.
    De un día para otro se armo de voluntad, optimismo, dejo a un lado lo que le hacía sentirse mal, y aprobó todos los exámenes en Junio, volviendo a luchar por sí mismo como siempre lo había hecho.
    Siendo honesta fue uno de los momentos de mayor felicidad, ya no tanto relacionados con que había aprobado todo, sino con que había luchado de nuevo sacando esa energía, fuerza y no dejándose vencer.
    Mi hermano me enseño que siempre, pase lo que pase me tengo que levantar al siguiente día, que debo de luchar por mí siempre, que “querer es poder” y que nadie puede hundir tus sueños. Me enseño a tener un poco de voluntad a no dejarme vencer tan fácil.
    Un amigo,segundo padre, confidente, siempre ha sido mi otra mitad.

    ResponderEliminar
  11. Buenas tardes, al igual que mis compañeros cuando escuche la pregunta se me vinieron a la cabeza numerosos acontecimientos, algunos que casi ni recordaba pero entonces descubrí que destacaba uno por encima de todos los demás, uno relacionado con mi madre.
    Hace unos dos años le descubrieron a mi madre un cáncer de mama, al principio toda la familia nos asustamos muchísimo pero poco a poco al ver que se estaba recuperando y que todo salía para adelante bastante bien fuimos perdiendo los nervios y quizás demasiado. Cuando estaba en el proceso de operaciones tratamiento etc. nunca dejábamos que hiciera nada solo queríamos verla descansar salir a dar un paseo pero nada de trabajar, limpiar, cocinar o ese tipo de cosas; pero cuando ya se fue recuperando y le dieron el alta nos todo fue volviendo a ser como antes de que le detectasen la enfermedad ella es la que se encargaba de muchas de las tareas de la casa además de trabajar fuera de esta, siempre estaba para todo lo que la necesitaba, dejaba sus cosas para ir conmigo a donde le pedía, no se perdía un acontecimiento importante para mí, actuaciones, orlas... Y en esos momentos no me daba cuenta de lo que realmente significaba para mí de que ella era el pilar de mi vida. Fue un día inesperado en el que recibí una llamada inoportuna y que ojalá jamás hubiese recibido el momento en que empecé a darme cuenta; la llamada era de una muy buena amiga que me llamaba para decirme que su madre acababa de fallecer repentinamente, en ese momento el alma se me calló al suelo, cuando llegue al tanatorio y me la encontré desconsolada llorando sin parar desorientada como si realmente no pudiese creer que no volvería a ver a su madre, la madre que la noche anterior le había preparado la cena; esa imagen quedó grabada en mi mente como si fuese un tatuaje o una cicatriz incurable, me hizo darme cuenta de lo que realmente tenía de la suerte que tenía de tener a mi madre conmigo y de que realmente no la trataba como realmente se merecía, me levantaba de madrugada 2 y 3 veces para mirar si aún respiraba, la llamaba a cada momento para saber si estaba bien, se convirtió en una obsesión. Hasta que un día me paré a pensar y me di cuenta de la fortaleza que tenía mi amiga de como siguió con sus estudios, como sonreía, como intentaba poco a poco cumplir sus sueños y me di cuenta de que yo también tenía que ser fuerte, y que " acosando" a mi madre a cada momento para saber si estaba bien ,no iba a conseguir lo que realmente tenía que conseguir, fue en ese momento en el que comencé a ayudarla nos dividíamos las tareas de casa más que antes, intentó corregir lo que me decía que hacía mal, aceptó todos sus consejos, e intento que juntas o por separado cada una tenga una buena vida y que ambas seamos felices y disfrutemos de la vida que nos queda ya sea poco o esperemos que mucho pero sea lo que sea que disfrutemos hasta el final. Me sorprende que haya tenido que esperar a que pasará algo tan fuerte como la muerte de una persona para darme cuenta de lo que realmente valía mi madre, que si antes valía muchísimo para mí después de esto valdría el triple, que empezase a valorar mucho mas las cosas que tenía, y sobre todo que tenía que tener fuerzas para superar todas aquellas cosas que en algún momento me hagan dudar o me transmitan negatividad en mi vida.

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. Buenas noches,
    Hace 6 años, cuando tenía 22 años, me encontraba cursando 4º de Derecho, me sentía feliz con la vida que tenía, estaba estudiando lo que realmente quería, me quedaba poco para terminar la carrera y estaba a punto de lograr los objetivos que me había propuesto, por decirlo de alguna manera, sentía que estaba donde quería y tenía que estar.
    Pero unos meses antes de los exámenes finales, empecé a sentirme mal y con el tiempo, la situación sólo empeoraba. Tras finalizar como pude mi exámenes, fui al neurólogo y allí me dieron la peor noticia que podía esperar, me detectaron un quiste en el cerebro y con él, comenzaron cuatro largos años rodeada de hospitales, médicos y un sinfín de tratamientos.
    La evolución no era favorable y los médicos me dijeron que no volvería a recuperarme, que la enfermedad estaba afectando a la memoria y a otras partes del cerebro que me dejarían graves secuelas, y no podría seguir estudiando ni llevar una vida normal. Yo no me resignaba a esa idea, no podía imaginarme en un futuro, renunciando a todos los sueños, expectativas y metas quería conseguir. Y cada vez que lo pensaba me sentía impotente, fracasada y sólo deseaba buscar alguna forma de recuperarme y que no se cumpliera el destino que me deparaban los médicos.
    El hecho de afrontar la enfermedad, del calvario que supuso para mí y sobre todo, el largo tiempo que duró, me hizo ver las cosas de otra manera, y aprendí el afán de superación que puede desarrollar una persona en situaciones límite, a madurar, a afrontar la realidad y buscar soluciones, a valorar y priorizar cada una de las cosas de mi vida. Me conocí a mí misma. Y aunque, los médicos daban todo por perdido, yo jamás quise pensarlo así e hice lo imposible por volver a verme como “era yo”.
    Después de cuatro años, cuando empecé a mejorar, muy poco a poco, fui retomando lo que había dejado pendiente y a día de hoy, aunque aún tengo algunas secuelas, poco a poco estoy retomando la normalidad y luchando por conseguir lo que quiero.

    ResponderEliminar